miércoles, 6 de noviembre de 2013

zoquetes ¿cómo actuarías tú?

Esos zoquetes, típicos zoquetes, zoquetes rellenos de capas de inseguridad, sin porvenir alguno, sumergidos en el limbo de sus sueños, esos zoquetes. Que gran calvario ser zoquete, ese nadar para no avanzar, esforzarte para no comprender, la impotencia del zoquete. Particularmente creo que todos tenemos en mayor o menor medida un zoquete dentro de nosotros, y que en algún laxo de tiempo mayor o menor ha salido a hacerse partícipe en nuestra enseñanza, porque ¿nunca te ha costado entender algo? ¿Nunca te has empanado en clase? ¿Nunca te has quedado casi dormido en clase? Todos hemos tenido esa parte del tema que no nos interesaba para nada, que no entendíamos, ese ya me lo estudiare… o quizás ¿Tu no? Imposible, y esa zoquetería momentánea aún se incrementa y se vuelve contagiosa cuando la calidad de la clase es más bien baja. ¿Cómo evitar esa zoquetería particular? ¿y la zoquetería global?

Comencemos por la erradicación de la zoquetería global, el mejor remedio es la realización de clases dinámicas, en la que los alumnos deban participar en todo momento, y lo más importante tocar materia con volumen, que vean su utilidad; porque por supuesto las cosas que enseñamos sirven para algo, y el docente tiene que hacer ver al discente su utilidad. En lo referente a la zoquetería particular distingamos dos pasos antes de llegar al olimpo del entender y porvenir, el zoquete que no se interesa por las cosas, y el zoquete que no entiende. Ayudar al zoquete que quiere aprender y entender y no quiere más bien es tarea sencilla, el primer paso sería utilizar un método auxiliar de enseñanza al que estamos utilizando que quizás a rasgos generales no sea el más eficaz pero en particulares podría valernos, pero este sería una pequeña brecha en su pinchazo que le ayudaría a ver al alumno que realmente puede comprender, es decir, sería una ayuda psicológica. El segundo paso sería enseñarle otro método de comprensión o de actuación que le permita comprender de una manera más fácil o más rápida nuestros temas. El primer paso para curar al zoquete que no quiere aprender, sería el acercamiento al alumno siempre sin dejar de separar los dos rolles ni permitir la falta de respeto entre uno y otro, para ello es importante conocerlo a él particularmente y ver el papel que se le otorga en la clase. Y posteriormente hacerle ver la utilidad o el prestigio que le va a hacer tener un conocimiento en tu asignatura (saber hablar bien y evitar burlas de tus compañeros, familia contenta por las notas, beneficios con las chicas, mejor salud, mejor físico…); una vez realice el primer esfuerzo por la asignatura, no abandonarlo y hacerle seguir esforzándose y avanzando, hasta que este abandone su zoquetería y tenga la suficiente disciplina para trabajar de una forma más particular.


En conclusión, deberemos hacer clase dinámicas y de interés general para evitar la zoquetería global, enseñar métodos auxiliares para facilitar la comprensión de nuestras clases, y mostrar los beneficios y utilidad de nuestras clases para evitar la zoquetería particular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario